Cuando creías que no podía empeorar...
Cuando creías que el primer día en las prácticas de enfermería iba a ser el peor de todos, te das cuenta de que te habías equivocado por completo. Puedo deciros sin duda, que el segundo día es aún peor.
El primer día estás impaciente, nervioso y excitado por la nueva experiencia. Pero todo eso se va... Para dar paso al mayor de los cansancios y agotamientos. Cuando suena la alarma a las seis y media no hay café en el mundo que te pueda espabilar a esas horas. Te guías por instinto y memoria por la habitación, porque todavía no eres capaz de abrir de todo los ojos.
Después del muy necesario "chute de cafeína", llega el momento clave de las primeras horas de la mañana...¡Salir corriendo de casa, porque si no, llegas tarde!
Al llegar al hospital sofocado, por supuesto (por muy frío que esté el día), bajas corriendo a las taquillas para cambiarte, te pones el pijama y obviamente enrollas la ropa en una bola y la metes en la taquilla (luego me suelo enfadar cuando me la tengo que volver a poner toda arrugada).
Cuando llegué a la planta me dí cuenta de que no me tocaba con la misma enfermera que el primer día, lo que me hizo sentir como el día anterior. Esa sensación de que no agradas y de que sobras, esa sensación que todos hemos experimentado alguna vez. Al cabo de unos minutos ya se te pasa y estas listo para la acción.
¡Es la hora de preparar la medicación y medir las constantes!
Después de unas horas preparando las pócimas, toca los ansiados treinta minutos para tomar el mejor reconstituyente que un enfermero de prácticas puede tomar...un poco más de café.
Cuando parecía que el día iba a mejorar, solo hace más que decaer. Curas, medicamentos, cambiar vías, poner sondas,...Y el día sigue decayendo, sigues andando,corriendo de un lado para otro, como un pollo sin cabeza, porque tampoco sabes muy bien a donde ir. Hasta que tocas fondo y te tienes que sentar porque tus pies no dan más.
A las dos y media te dicen que te puedes ir a casa, pero ya no piensas en dormir o descansar, solo piensas en comer.
Espero que mañana ésto mejore un poco, si no se me van a hacer unas prácticas muy largas...
Después de unas horas preparando las pócimas, toca los ansiados treinta minutos para tomar el mejor reconstituyente que un enfermero de prácticas puede tomar...un poco más de café.
Cuando parecía que el día iba a mejorar, solo hace más que decaer. Curas, medicamentos, cambiar vías, poner sondas,...Y el día sigue decayendo, sigues andando,corriendo de un lado para otro, como un pollo sin cabeza, porque tampoco sabes muy bien a donde ir. Hasta que tocas fondo y te tienes que sentar porque tus pies no dan más.
A las dos y media te dicen que te puedes ir a casa, pero ya no piensas en dormir o descansar, solo piensas en comer.
Espero que mañana ésto mejore un poco, si no se me van a hacer unas prácticas muy largas...
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