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jueves, 20 de octubre de 2016

Glucemias

¿Cómo hacer una glucemia?

Los enfermeros solemos realizar glucemias a las horas de las comidas para medir el azúcar de los diabéticos y las personas con nutriciones parenterales. Las glucemias que se realizan es mediante la técnica de glucemia capilar. 


Las glucemias capilares sirven para medir el azúcar a nivel del siego capilar, sirve para saber si los niveles de insulina son los correctos. Si no son los correctos es necesario utilizar un lápiz de insulina para inyectar la dosis necesaria pautada. 

La glucemia se realiza mediante una lanceta, que es una aguja muy fina. Se puede realizar en los dedos o en los lóbulos de las orejas, que son zonas con muchos capilares. La técnica es primero limpiar la zona, luego pinchar con la lanceta, después se acerca una tira de análisis conectada al aparato de análisis. La sangre deposita en la tira, que es analizada y nos sale el resultado en pantalla. 

Después miramos la pauta de insulina y suministramos la insulina en función de lo recomendado por el médico. Marcamos la dosis en el lápiz, pinchamos en un pliegue de grasa (barriga, brazo,... ) y apretamos para suministrar. 

Una bajada de insulina o un exceso de azúcar puede suponer un gran problema para un paciente débil.

TERCER DÍA





Jueves 20 de octubre 2016:


  Cada día, voy avanzando mucho, aprendiendo un  montón de cosas, que no se ni como mi cerebro es capaz de recordar, pero poco a poco voy sobreviviendo. 

Hoy he estado con una enfermera que se llama Silvia, ella es completamente sorda. Al principio pensé que no sería capaz de trabajar de ella, ya que al principio cuesta un poco entenderla. Pero al final, ha sido una experiencia increíble! No escucha por ninguno de los dos oídos, pero lee los labios a la perfección, sólo era necesario que me mirara a la cara para saber exactamente lo que estaba diciendo y pensando. 

La verdad es que tiene una forma de trabajar diferente. Los últimos días, con los otros enfermeros, ellos nos simplemente nos daban unas indicaciones y Renata y yo atendíamos al paciente, practicando nosotras mismas, a la vez que los profesores nos explicaban algunas cosas, pero todo de forma mucho más práctica. Ya que al hacerlo tú con tus propias manos, a la vez que te van explicando, adquieres muchos más conocimientos. Con Silvia, ella realizaba gran parte de las tareas, y ella explicaba, al principio está bien, pero cuando ya estás cansada, cuesta mucho más prestar atención, y al trabajar tú mismo, te ayuda a mantenerte despierta. 


También me he dado cuenta de lo importante que es tener los conceptos bien interiorizados, ya que a la hora de trabajar, aunque pensemos que no, nos ayuda a tomar decisiones. 

Cada día voy haciendo más cosas por mi misma, ya que al estar trabajando con Renata, al ser ella también una alumna de prácticas, ella también tiene que practicar para que en unos años se convierta en una maravillosa enfermera. Dado que los dos primeros días preparé medicación, medí tensiones, temperaturas y glucemias, (y que el miércoles tuve clase en la facultad), hoy ya pude sacar vías, hacer más curas, y más planes de cuidados.


PD: hoy me he pinchado con una aguja cuando la estaba descapuchando para preparar la medicación, gracias a Dios que fue cuando aun estaba estéril y todo ha sido un pequeño susto. En el caso de que esta estuviese utilizada, habría que seguir una serie de pasos preventivos.

Y esto es todo chicos, buenas noches, y mañana habrá más enfermeaventuras!

De vuelta

Buenas tardes:

Mis más sinceras disculpas, han sido unos días un poco movidos, nueva rutina, nueva "vida", y aún tenía que acostumbrarme. Pero me tenéis de vuelta con MÁS!

Martes 18 de Octubre de 2016:

El día ha transcurrido de una forma muy similar al primer día, he cambiado de enfermero, esta vez estoy con un chico que se llama Bruno, con el cual he aprendido un montón, ya que explica todo con mucha naturalidad, y a la hora de trabajar tú, no hace presión, lo cual es importante para sentirse segura y progresar mucho más rápido (pero ha sido el último día de Bruno en el CHUS :( )

Pero hoy vengo a hablaros de alguien muy especial en mi período de prácticas. Como ya os he comentado en mi anterior entrada, por desgracia yo soy la única alumna de segundo (primeras prácticas) de mi unidad, por lo que soy una novata rodeada de grandes veteranos. Por lo tanto, me han asignado a una alumna de 4º, ella es Renata, es portuguesa, y es estudiante de Erasmus.

Renata, es una persona muy activa, con muchas ganas de trabajar y aprender, y que ama todo lo que hace. Ella lleva ya cuatro semanas en mi planta, por lo que se conoce hasta los lugares más remotos de la unidad, creo que trabajar con ella me ayuda a confiar en mí, ya que me enseña todo lo que hace, y me explica todo en cuanto quiero (y puede, por que a fin de cuentas, ella también es alumna), me enseña algunos trucos y secretos que toda enfermera debe tener a la hora de tratar con el paciente. Además, es muy interesante aprender la forma en la que ella lo hace, ya que muchas cosas son distintas a como lo hacen las enfermeras y enfermeros en España, por ejemplo, a la hora de hacer curas, Renata utiliza unas pinzas o un mosquito para sostener la gasa bañada en desinfectante, mientas que aquí, muchos utilizan guantes estériles (o no estériles) agarrando la gasa con desinfectante por los laterales, para no contaminar la herida.
Estoy muy contenta de trabajar con ella, es mi gran apoyo moral en las prácticas, y poco a poco nos vamos conociendo más, no se que voy a hacer el día que ella no esté.